La Provincia de México

La historia de la Provincia de  México tiene sus raíces en el año 1873, cuando empezaron las gestiones para obtener la fundación de una casa del Sagrado Corazón en México. 

El R.P. Artola, S.J. se hizo en París el portavoz de los deseos de algunos miembros de la Jerarquía Eclesiástica y de grupos de seglares interesados en el asunto. Ante el panorama de inseguridad e inestabilidad política debido a las leyes persecutorias del país, la Superiora General, R.M. Marie Josephine Gœtz, juzgó prudente diferir su consentimiento. La negativa no fue rotunda, dejando así abierto el camino para mejores tiempos.

Por su parte, Monseñor Antonio Labastida, Obispo de Puebla desde 1855 y Arzobispo de México a partir de 1863, desterrado del país por su oposición a las Leyes de Reforma, conoció en el exilio a la Sociedad del Sagrado Corazón en Manhattanville, Nueva York, donde la superiora, M. Aloysia Hardey, le ofreció hospitalidad durante un año.

A su ya antiguo deseo de llevar a su Diócesis una congregación de educadoras, se unió la amistad y el afecto por la Sociedad y pidió nuevamente la fundación. A su petición se adhirieron varias Antiguas Alumnas, educadas en Colegios del Sagrado Corazón de Europa y Estados Unidos.

La R.M. Marie Adèle Lehon, Superiora General, aprobó el proyecto y a principios de 1883 escribe en ese sentido a la M. Mary Elizabeth Moran, superiora de Grand Coteau y Vicaria de Louisiana en Estados Unidos. La M. Lehon sugería en su carta un viaje de investigación. Se escoge el grupo internacional de fundadoras:

Marie Euphemie Saint Pierre, Canadiense

Mary Elizabeth Moran y Catherine O’Reilly, Estadounidenses

Natividad Trelles, Cubana

Stanislas Tomassini, Italiana

Manuela Fesser, Inglesa- Cubana

Ante la tardanza de la respuesta de una carta enviada a México, y el peligro de que se declare una cuarentena que cerraría las fronteras, se decide el viaje. Embarcan las hermanas el 14 de abril de 1883 en Morgan City, Louisana rumbo al Puerto de Veracruz.

En México, las fundadoras se alojan en la calle de Plateros (hoy Madero) número 10, en casa de las señoritas Andrade. Dirigían un colegio para niñas y, en un principio, se pensó en un trabajo de colaboración. Pero las dificultades que surgieron mostraron a las religiosas la conveniencia de establecer su propio colegio.

Durante tres meses, las religiosas investigan, buscan, establecen contactos. Finalmente, se trasladan al antiguo convento de las Hermanas de la Caridad, expulsadas del país. El edificio, situado en la calle de Villamil, se encontraba en muy malas condiciones: la planta baja donde estaba la capilla todavía intacta, había sido alquilada a una farmacia, a una carpinteria y a varias oficinas. Los grandes salones del segundo piso (antiguas salas de hospital) fueron adaptadas -no sin dificultad- para salones de clase. Existía además un riesgo: el Presidente González, partidario de las Leyes de Reforma, acababa de comprar el inmueble. Sin embargo, allí se instalaron las religiosas el 1 de agosto de 1883. A finales del mes pudieron recibir a las primeras alumnas y, en grupo separado, a estudiantes mayores. Durante el año, nuevas religiosas se unieron a las fundadoras.

NICARAGUA

El deseo de acercarnos más a las personas en situación de pobreza y de hacer realidad el espíritu misionero, nos lleva a Nicaragua en 1980. Durante los años transcurridos, tuvimos dos comunidades internacionales: Jalapa y Managua.

En el año 2010 se cerró nuestra última comunidad en Nicaragua, pero seguimos en vinculación con las personas y grupos con quienes compartimos la vida en esos 30 años.