Por María Florindo
1. La historia que nos trajo hasta aquí
Seguimos Construyendo nació del deseo de la generación 2019 por mantenerse involucrada en el proyecto Viviendas con Corazón, Y aún después de haber terminado su etapa escolar. En 2020, la pandemia presentó un desafío inesperado: al no poder participar en la construcción, las exalumnas buscaron formas de que el proyecto no se detuviera.
En 2021, el compromiso se fortaleció, superando los retos económicos y logísticos derivados de ese tiempo tan complejo. Para 2022, por primera vez, exalumnas y estudiantes trabajaron juntas en el terreno de obra: compartieron el polvo, el cansancio y la alegría de construir codo a codo.
Desde entonces, Seguimos Construyendo se ha consolidado como un equipo de exalumnas que acompaña a las generaciones salientes del Colegio Sagrado Corazón en todo el proceso de recaudación, organización de rifas y diseño de nuevos proyectos para que esta iniciativa siga creciendo.

Hoy no solo construimos casas. Construimos comunidad, esperanza y hogares dignos para familias que sueñan con un espacio seguro y propio.
2. ¿Qué es Seguimos Construyendo y qué hacemos?
- Una comunidad de exalumnas.
No es solo un grupo que apoya, sino una red de mujeres comprometidas con el servicio. El Sagrado deja muy marcado en las alumnas este sentido de servir y de crecer en comunidad, y Seguimos Construyendo es un claro ejemplo de los lazos que las exalumnas mantienen aun después de salir del colegio. También es reflejo de la motivación que queda dentro de cada una para seguir buscando cómo hacer la diferencia en su entorno y su propia comunidad.
- Más que casas, construimos futuro.
El proyecto va más allá de levantar un hogar digno para una familia. No se trata solo de un esfuerzo físico concentrado en un fin de semana, ni de una entrega simbólica. Las relaciones que se crean entre alumnas y exalumnas trascienden: llegan también a los miembros de la comunidad beneficiada, quienes, aun antes de recibir su casa o en espera de ella, no dudan en ofrecer todo su cariño, esfuerzo y dedicación. Seguimos Construyendo busca fortalecer estos lazos, mantener el contacto con las familias y hacerles saber que también son parte de esta gran comunidad que ha crecido alrededor del proyecto.
- Acompañar a la generación siguiente.
La recaudación de fondos siempre ha sido tarea de toda la comunidad escolar. Esa es otra de las razones por las que se genera tanta participación y cariño alrededor del proyecto. Pero, ¿cómo se vive este proceso siendo exalumnas? Nunca hay ideas malas: la iniciativa es lo más valioso. Poder desarrollar todo tipo de actividades, desde conciertos hasta rifas, no solo ayuda a reunir fondos, sino también a dar a conocer a más personas el impacto que puede tener el proyecto gracias a su apoyo.


3. ¿Cómo se vive el proyecto?
El sentimiento que genera esta experiencia es difícil de explicar. Conocer y convivir con las familias, ver cómo una casa se levanta en tan poco tiempo después de todo el esfuerzo de recaudación y preparación, es algo admirable. Se crea un ambiente de comunidad en el que todos están pendientes unos de otros; alumnas y miembros de la comunidad se convierten en maestros de obra en entrenamiento, y todos se mueven con un mismo propósito: ver la sonrisa de las familias al recibir su nuevo hogar.
La forma en que las alumnas salen a construir, conviven con la comunidad y finalmente ven materializado todo el esfuerzo del año, refleja la fuerza que ha alcanzado este proyecto. Antes de la construcción, también es fundamental hablar sobre las familias, conocer sus contextos, entender las situaciones que viven día a día e incluso encontrarse con ellas en persona durante las visitas previas. Las familias son y seguirán siendo el centro del proyecto.
Este fin de semana no se trata solo de ayudar en la construcción de casas. Lo verdaderamente especial es la convivencia activa que se genera: el recibir, con total gratitud, todo lo que las familias están dispuestas a dar como gesto de agradecimiento.
El papel de las exalumnas también se ha vuelto fundamental. La convivencia y el apoyo que ofrecen durante la construcción hacen que la experiencia sea más completa y acompañada. Además, el hecho de que cada año se sumen nuevas exalumnas al equipo de Seguimos Construyendo es una muestra de que el proyecto continúa creciendo y fortaleciendo la red.
“Personalmente, puedo decir que el cariño que he desarrollado por este proyecto nace de la pasión que vi en mi propia construcción, gracias a las exalumnas. Me hizo ver que esto no debía quedarse como un servicio social que termina con el colegio, sino como un adelanto de todo lo que podemos seguir haciendo al pertenecer a esta gran familia.”
El proyecto se vive desde la fe, el cariño, la empatía, la escucha y la compañía activa. Se vive desde el corazón de las alumnas, exalumnas, familias y comunidades que no dudan en compartir lo que son y lo que tienen.


4. Lo que cautiva y enamora del proyecto
“El Sagrado se convierte en un verdadero hogar para sus alumnas, un espacio lleno de cariño y solidaridad, y una comunidad que, sin duda, deja huella en todas y cada una de las personas que tienen el gusto de pasar por el colegio. Ese cariño y cercanía son parte fundamental de los lazos que se forman entre alumnas, docentes y personal. Es más que una institución educativa.”
“Una vez terminada la construcción, no podía dejar de pensar en volver a Ocuituco, en seguir ayudando, en conocer a más familias y miembros de la comunidad, y en seguir buscando nuevas ideas para el proyecto, para que continúe creciendo y llegando a muchas más personas.”
“Las exalumnas fueron una parte muy especial para mí, porque en ellas vi esa admiración por el proyecto, esas ganas no solo de seguir ayudando, sino de comunicar el gran alcance que puede llegar a tener, y también la gran familia y el cariño que se ha formado en torno a él.”
“Los servicios sociales en el Sagrado son fundamentales para la formación de las alumnas, y que ese sentido de ayuda y servicio permanezca en las exalumnas dice mucho del impacto que tiene en nosotras. Personalmente, una vez que salí del colegio, no dudé en seguir unida a Seguimos Construyendo, porque el servicio ha pasado a ser una parte importante de mi día a día. Me ha llevado a ser quien soy hoy y me ha dejado una cantidad gigante de aprendizajes y verdaderos consejos de vida.”
“Construyendo es una experiencia de servicio diferente, que deja huella. Tiene un sentido de entrega y esfuerzo muy distinto a cualquier otro, y el hecho de permitirnos vivir en primera persona una gratitud tan genuina y absoluta por parte de la comunidad beneficiada es completamente gratificante. Es algo que impacta directo en el corazón.”


5. La inspiración en la fe y en la espiritualidad del Sagrado Corazón
¿Cuál es la importancia de este sentido de “servir” al prójimo que deja el Sagrado? Podemos hablar de un carisma que se manifiesta en los actos de fe, en el servicio, en la educación, y que va mucho más allá de una definición académica o técnica. Se trata de una educación en valores, que enseña a ver al otro, a escucharlo activamente y a comunicar el amor verdadero de Dios. El Sagrado deja en sus alumnas este impulso de servir, y con él, un profundo sentido de fe y trascendencia espiritual.
Transmitir la verdadera misión de la Sociedad del Sagrado Corazón —descubrir y revelar el amor de Dios en el corazón del mundo mediante el servicio a la educación— es parte de lo que hace que proyectos como Seguimos Construyendo estén tan profundamente conectados con la espiritualidad de la congregación. Magdalena Sofía Barat representa una figura esencial en esta historia: su vida, marcada por la compasión y la entrega, sigue inspirando proyectos fundados en el acompañamiento y la solidaridad.
Que una institución educativa permanezca tan fiel a su misión, y que se preocupe no solo por formar en el conocimiento, sino también en la virtud, es lo que permite que las alumnas vivan su fe activamente y que, al egresar, las exalumnas lleven consigo lo aprendido, transformado en vida.
Al final de la construcción, se realiza una entrega simbólica de las casas. Es un cierre que engloba todo lo vivido durante el fin de semana y también el esfuerzo sostenido de meses anteriores. A las familias se les entrega un cuadro de Mater como bendición para su nuevo hogar, y juntas rezamos la oración a Mater compartida por los colegios participantes.
Mater se convierte así en una figura entrañable y significativa. Para muchas alumnas del Sagrado, es una verdadera compañera y guía —dentro y fuera del colegio—, y ahora también una presencia que permanece en los hogares que acompañamos en esta nueva etapa.


6. Una invitación a seguir construyendo
Seguimos Construyendo es mucho más que un proyecto de construcción de casas. Es un acto de servicio que busca, año con año, edificar una sociedad más justa y solidaria. Su objetivo es mejorar la calidad de vida de familias mexicanas que luchan día a día, y que son verdaderos testimonios de esperanza, fe y fortaleza.
Se trata de ir más allá de levantar paredes. Construimos hogares, que no podrían llamarse así si no fuera por las familias: ellas son el verdadero centro, el corazón y la razón de ser de este proyecto. Su impacto en la comunidad es evidente, al igual que el crecimiento en participación. Hoy podemos decir con orgullo que todos los Colegios del Sagrado Corazón en México participan en los procesos de recaudación y construcción. Además, se han integrado también colegios de Estados Unidos, demostrando que Seguimos Construyendo sigue cruzando fronteras —dentro y fuera del país— para seguir haciendo la diferencia.
¿Por qué pertenecer a Seguimos Construyendo?
“Creo que es importante reconocer el cariño, el esfuerzo y la entrega que hay detrás de cada parte del proceso. Este proyecto se ha convertido en una familia que responde a la necesidad de seguir sirviendo, aun fuera del colegio.“
¿Por qué dejar atrás ese sentido de ayuda que nos forma el Sagrado?
“Para mí es muy especial pertenecer a un proyecto con un impacto tan genuino, que transmite un mensaje tan poderoso. Me ha permitido trabajar de la mano con personas admirables, con una visión social transformadora, con hambre de servir y de darse a los demás. Personas que me han demostrado que la ayuda desinteresada y la escucha genuina tienen el poder de transformar vidas y de tejer lazos de fe, amor, cariño y esperanza.”
María Florindo, generación 2024.
Seguimos Construyendo es más que un proyecto: es una familia que crece cada año gracias al amor, la solidaridad y la fe compartida. Te invitamos a colaborar con este proyecto y seguirles en redes sociales.