Diversos ROSTROS se presentan en mi vida actual y están en mi mente y mi cora-zón. Tengo que decir que algunos son FÍ-SICAMENTE REALES, otros, VIRTUALES pero todos importantes en mi sentido de vida y misión.
- Muy cercanos como mis hermanas de comunidad y de provincia, mi familia con su misterio de cruz y resurrección, mis amigas de México y de otros lugares…
- Muy significativos que hace años que no veo físicamente, como los y las “chavalas” de Jalapa, Nueva Segovia, Nicaragua, pero hoy vuelvo a encontrar en el internet, ya personas maduras, madres y padres de familia, ¡muchos de ellos migrantes en España, E.U., Chile, Italia, así como sus Fa-milias de origen, personas entrañables y significativas en mi vida y en las de otras personas. Muchos de ellos tratando de vivir nuestra espiritualidad y de compartirla.
- Importantes en mi trabajo… cercanos, tangibles, mis compañeras de trabajo especialmente. Muchas personas del colegio de México D. F., mis compañeritas del “ca-mión”, niñas y adolescentes que llenan la vida de ruido, de canciones, de futuro. Papás que asisten a las conferencias del Colegio y buscan cómo encontrar caminos para educar a sus hijas…
- De exalumnas, las que conocí siendo también alumna del Colegio, y un buen grupo de aquéllas que fueron mis alumnas y hoy trabajan en los diversos espacios de EXASAC.
- Unos muy conocidos, otros nuevos en la Casa Provincial, en la Parroquia…
- Muchos “virtuales” a través del Diplomado. Tengo que confesar que para mí ha sido un descubrimiento, el “encuentro” que puede darse a través de estos recursos tecnológicos, no sólo porque veo sus “fotos”, sino porque al leer sus aportaciones, descubro todo lo que puede significar la herencia educativa de Magdalena Sofía. Y no sólo de alumnas/os, sino de todas las personas, hermanas nuestras y laIca/os, que participan de diferentes maneras en el desarrollo del diplomado.
- Últimamente, los ROSTROS de mis compañeros/as de la Comisión Preparatoria al Congreso de la Vida Consagrada (2016), personas que no conocía hace 6 meses y, ahora, forman parte de mi caminar, y me ayudan a descubrir esos ROSTROS de la vida religiosa con la que tan poca relación he tenido aquí en México.
- Sufrientes, rostros superficiales, verdades y mentiras, guerra y paz, a través de los medios de comunicación que me abren a espacios más grandes del mundo.
- MUCHOS ROSTROS en los que puedo encontrar a JESÚS VIVO, COMPASIVO, DOLIENTE, VIGOROSO, ENTREGADO, FELIZ…
- ¿El llamamiento? Pedir al Señor dé luz a mis ojos del corazón para saber descubrirlo cada día en cada rostro…
Sólo me pregunto, y yo ¿seré capaz de mostrarles el Rostro del Amor de Dios? Lo pido como una gracia, para poder vivir ese Carisma y esa Misión que hemos recibido como don y tarea.