Es para mi un honor, que agradezco, trazar una breve semblanza póstuma de Ma del Carmen Leal Villarreal religiosa del Sagrado Corazón de Jesús, nacida en Monterrey, N.L. hace 92 años.
Mujer, religiosa, maestra, amiga, compañera, en todas estas facetas, las que tuvimos la dicha de concerla, sabemos que alcanzaba la categoría de maestra en el más pleno sentido de la palabra, maestro, solo llegan a serlo algunos, porque supone bastante más que saber y saber hacer. A Ma del Carmen le adornaba este tipo de sabiduría que impregna el ser y el obrar de las personas que nos dejan huella, su calidad humana y sus aportaciones van más allá de lo que pudimos apreciar, su compromiso por el proyecto de CECAFF, la llevo a soñar con ofrecer a la mujer un modelo nuevo de vida, de actualización, del compromiso de la fe como cristianas.
Mujer de avanzada, incansable y visionaria, que aposto por el cambio, por la superación y por el compromiso del servicio, dando testimonio con su entrega, trabajo, impulso, preparación y sobre todo por su seguimiento a Jesús.
Son muchas las cualidades de Ma del Carmen, que dejaron huella en las diversas generaciones de alumnas que fueron directa o indirectamente formadas por ella, miles de historias de cambio y testimonios de vida nueva.
En nuestra mente y en nuestro corazón se quedan esos viajes de actualización a Guadalajara, donde nos recibía con alegría, cuidando cada detalle y nos sorprendía siempre con temas nuevos e innovadores y su excelente manejo de la tecnología.
La partida de Ma del Carmen, el pasado 20 de enero, nos deja una profunda tristeza, pero también un corazón agradecido por todo el cariño que nos dio y los dones compartidos.
Honraremos tu memoria, trabajando y cumpliendo la misión que nos dejaste en CECAFF
Termino citando unas palabras de Ma del Carmen, de su charla el día 14 de octubre del 2011.
"Personalmente, como religiosa del Sagrado Corazón de Jesús, enviada a anunciar el amor, agradezco a mi Congregación haberme enviado a esta misión hace 35 años. Agradezco a Magdalena Sofía que fundó esta pequeña sociedad, mi vocación de educadora que ha llenado mi corazón de nombres y ha centuplicado amigas y muchas cosas más. Gracias a cada una de ustedes porque podemos juntas cantar nuestro Himno de CECAFF."
¨ Yo quiero ser trigal,
por comprender que darse es vida.
que es gozo y plenitud al recibir la luz vertida. -
Yo no quiero morir sin dar de mi cosecha
Lo que otro sospecha puede recibir¨